La cueva-escuela de Putaendo
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La cueva-escuela de Putaendo

Actualizado: 6 nov 2023

Un legado minero donde practicar la espeleología


Chile es un país de montañas. Su conformación geológica no presenta muchos lugares con caliza, la roca de tipo sedimentario donde es más probable que el agua excave su camino y forme cavidades naturales. Sin embargo, presenta otro tipo de suelos donde también es posible que se formen cavidades naturales como hielo, yeso, sal, lava...

El archipiélago Madre de Dios, situado en la latitud 51º Sur, presenta un increíble afloramiento de caliza karstificada. Región de Magallanes y la Antártica Chilena. Foto: Serge Caillault - Centre Terre


Chile también es un país minero y, por lo tanto, de cuevas hechas por el hombre. Muchas de estas cavidades artificiales actualmente están abandonadas y, si reúnen las condiciones suficientes de estabilidad y seguridad, es posible explorarlas. Es decir, hacer espeleología.


Pero, ¿qué significa "hacer espeleología"?

Se leen muchas definiciones de "espeleología". Si nos ceñimos a su significado etimológico, la espeleología sería el estudio de las cuevas. Es cierto que la práctica de la actividad de lo que actualmente se conoce como "espeleología" nace de la curiosidad por comprender el medio subterráneo en todas sus dimensiones. Sin embargo, no todos quienes practican esta actividad eran ni son científicos/as; más bien son exploradores/as.


Por afinidad y por ser una de las organizaciones espeleológicas más antiguas, nos vamos a quedar con la definición que la Fédératon Française de Spéléologie acordó en 2010 para definir "espeleología":


(Traducido del francés)

"La espeleología es una actividad multidisciplinar con un fuerte valor añadido educativo, que combina aspectos científicos, medioambientales, deportivos y de ocio.


Su objetivo es explorar los medios kársticos y subterráneos, ya sean naturales, artificiales o creados por el hombre, con el fin de contribuir activamente al estudio, conocimiento y conservación de las zonas donde se practica la espeleología, teniendo en cuenta al mismo tiempo los elementos del patrimonio de superficie.


El medio subterráneo está constituido por una variedad de formas y paisajes (salas, meandros, galerías, pozos, etc.) con o sin presencia permanente de agua (en forma de torrentes, arroyos, ríos, gargantas, cascadas, cuencas, remansos, etc.), y con o sin presencia de hielo. También incluye lugares artificiales (minas, canteras, etc.).


El medio exterior se presenta en forma de afloramientos, depresiones, paredes y gargantas.


La espeleología requiere progresar y superar pasos que pueden implicar, según las situaciones, caminar sobre terrenos variados, arrastrarse, nadar, bucear bajo el agua, deslizarse, escalar y desescalar, descender y ascender con equipos para pasar o no fraccionamientos, y otras técnicas de progresión con equipo (pasamanos, línea de vida, tirolina, escaleras fijas, etc.) que pueden requerir el uso de todo tipo de técnicas de aseguramiento. La apertura de determinadas cuevas y el cruce de pasos estrechos pueden requerir el uso de técnicas de desobstrucción.


En función de las técnicas específicas vinculadas a la diversidad de obstáculos, la disciplina requiere equipos adaptados, en particular descensores, bloqueadores, arneses, cabos, cascos de protección, crampones, anticaídas, dispositivos de iluminación, ropa isotérmica, escafandras autónomas, cuerdas, cables, conectores, etc."



Esta definición es lo suficientemente amplia y, a la vez, detallada como para comprender que la práctica de la espeleología requiere de una serie de aprendizajes y de entrenamientos específicos que sirven para una gran variedad de entornos subterráneos, incluidas las cuevas artificiales. Las técnicas usadas en espeleología cuentan con el aval de más de 60 años de práctica de miles de espeleólogos/as de todo el mundo, de modo que no es aconsejable aplicar otras técnicas ni materiales ni equipos si queremos evitar accidentes o incentivar prácticas irresponsables de la actividad.


Una cueva-escuela en Putaendo

Situado en la zona central, en la provincia de San Felipe de Aconcagua, Región de Valparaíso, Putaendo es una pintoresca y acogedora localidad enclavada en medio del valle por el que fluye el río que lleva el mismo nombre.


Este valle de roca dura, presenta zonas de tipo andesítico, como en el caso de la antigua mina subterránea excavada en la ladera poniente del amplio valle, dentro de los límites de la Serranía Quebrada Herrera.

Aproximación a la Cueva de La Lechuza. Fotos: Daniela Oyarzún


Esta cavidad ya había sido explorada parcialmente por un grupo de estudiantes de la Universidad San Sebastián con el objetivo de realizar un trabajo de tesis sobre "espeleísmo", término que algunos usan para referirse a la espeleología deportiva, es decir, donde el principal objetivo no es la exploración ni el estudio. No se trata, no obstante, de un término comúnmente usado en el mundo espeleológico.


El grupo dejó instaladas cuatro chapas de escalada (tres de ellas, en la cabecera del pozo superior) posicionadas de tal forma que la cuerda roza mucho. Por ello, no recomendamos que se usen.


No sabemos si llegó a redactarse la tesis (al momento de publicar este post no hemos logrado encontrarla), pero por las imágenes publicadas en YouTube nos pareció un lugar propicio para continuar con nuestros módulos de formación. Con esta idea en mente y gracias a las excelentes gestiones de Yakolén Tepebasi, miembro de la asociación que vive en la zona, realizamos varias reuniones telemáticas y tres viajes al lugar para presentar el proyecto a las autoridades municipales y a la Directiva de la Serranía Quebrada Herrera, localizar la cavidad, explorar todos sus pozos y galerías e instalarla para iniciación.


La acogida a nuestro proyecto fue tan positiva que, con el objetivo de sumar nuestro granito de arena al rico patrimonio cultural y natural del valle, ahora estamos trabajando en una propuesta educativa para los niños y niñas de la zona y en llevar todos los módulos del taller de iniciación a la espeleología a este hermoso valle.


La Cueva de la Lechuza

Se trata de una antigua mina en roca dura y muy estable. Consta de tres niveles superpuestos que resiguen una falla muy marcada. El nivel inferior está sifonado y las perforaciones mineras permiten ver en varios puntos la zona inundada de la cavidad. La falla corta transversalmente una quebrada cuya vegetación delata la presencia de agua en las napas subterráneas. El acarreo que debe superarse para llegar a los accesos de la cavidad son, probablemente, todo el material rocoso extraído de la cavidad. Es poco lo que hemos logrado averiguar sobre la mina, pero intentaremos recabar más antecedentes sobre la historia de esta simpática cueva.

Boca superior con un pozo de unos 10 metros. Esta entrada es visitada por lechuzas, probablemente, por la cantidad de animalitos que caen. De ahí el nombre. Quebrada Herrera, Putaendo. Fotos: Daniela Oyarzún, Natalia Morata


La cavidad cuenta con un acceso superior y uno inferior, por lo que, en realidad, se trata de una coqueta travesía. De amplias y cómodas galerías, esta cavidad es una joyita para ejercitar las maniobras aprendidas en los módulos I y II del taller de iniciación a la espeleología y, además, sumar un poco de progresión sin equipo, iniciarnos en la topografía y varias cosas más que veremos en el módulo III.

Vistas de la distintas galerías de la cueva. Fotos Daniela Oyarzún


Blanche, Yakolén y Daniela se encargaron de hacer el croquis de la planta inferior mientras que Natalia instalaba los niveles superiores. Fotos: Daniela Oyarzún


Es también una cavidad apta para visitar con niños en el marco de nuestra iniciativa Cuerdas y Más.

Croquis del nivel inferior. Durante el módulo III realizaremos la topografía completa de la cavidad.

La cavidad está llena de detalles que nos permiten trabajar aspectos relacionados a la geología, hidrología, zoología, historia, etc. Fotos: Daniela Oyarzún, Natalia Morata


Con el objetivo de causar el menor impacto visual, se usaron anclajes artificiales removibles PULSE de Petzl y tacos autoperforantes SPIT. Los anclajes removibles PULSE se usaron en la cabecera para evitar, además, que nadie pueda usarlos sin supervisión.

Fotos: Montse Jiménez, Daniela Oyarzún


Módulo III

Gracias a la excelente predisposición de la Directiva de la Serranía Quebrada Herrera podremos convertir esta bonita cueva en un lugar de prácticas y, en contrapartida, en un bonito circuito espeleológico para los/as más pequeños/as de la zona. Por eso, además del módulo III, durante nuestras idas de preparación, también diseñamos lo que, en un futuro cercano, se convertirá en Cuerdas y Más - Putaendo.


El módulo III está reservado a quienes hayan realizado nuestros módulos I y II de iniciación en el último año o, en su defecto, hayan participado en las sesiones de entrenamiento. Los/as espeleólogos/as que no se hayan formado con nosotros, pero que tengan ganas de sumarse a nuestras actividades, también son bienvenidos/as. Deben ser completamente autónomos/as en la progresión por cuerda y dominar las principales técnicas de auto-rescate.


Al final del post encontrarás las fechas y lugares para los últimos módulos I y II de este año.
 
Con el apoyo y colaboración de:

Serranía Quebrada Herrera

 
Enlaces de interés:
 






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